Todos los niños y niñas
tienen un lugar a donde viven los monstruos, ese lugar es su imaginación, pero ¿Cómo hacemos para
llevarlos a ese lugar tan íntimo? La
respuesta está en la forma como creamos espacios donde se les garantice un
pasaje a esas tierras lejanas que habitan en la mente, espacios que son
otorgados por la lectura.
En esa forma de la
que hablo intervienen una serie de aspectos que posibilitan que la imaginación
haga su trabajo, que cada uno tenga una visión propia y una experiencia propia
que no pueden ser compartidas ni vividas por nadie más.
Uno
de esos aspectos que ayudan a que los niños y niñas viajen con su
imaginación es la forma como se cuenta
la historia, de ahí vamos a la pregunta, ¿la lectura va a ser personal o vamos
a leerles la historia? Si vamos a contar la historia, es importante
tener en cuenta que debemos darle voces a los personajes mediante la nuestra,
trabajar con nuestro cuerpo para darles movimiento y sobre todo, permitir que
los espacios cobren vida, y no volverlos como algo monótono y aburrido. De otro
lado, si vamos a dejar que los niños lean, considero que no debemos inducirlos,
al contrario, debemos dejar que ellos lleguen hasta los libros, que sean
seducidos por las ilustraciones, los títulos, pues estos tienen un efecto
encantador sobre los niños.
Otra
forma de dar ignición a la imaginación mediante círculos de lectura, pude ser,
a propósito de las ilustraciones, poniendo estas en exposición, pues pueden dar
la provocación de darles vida, dándoles un cuerpo, una forma a esos personajes.
La
utilización de cuentos y narraciones para niños aseguran un viaje a la
imaginación, a esa tierra de los monstruos, de los reinos lejanos donde viven
príncipes, brujas y dragones, pero este viaje solo se logra cuando el conductor
que los lleva conduce un vehículo
impulsado por la forma como se cuenta la historia, los medios de los cuales se
vale para hacerlo, y sobre todo, del gusto por leer.
Julian Rodríguez Acuña
Uno de los aspectos que me han hecho pensar en la manera en que leo a mis estudiantes, es lo que Michelle Petit declara la idea de leer con el corazón, para que los jóvenes lean con ese mismo corazón. Y es que "Donde viven los momstruos" es un cuento narrado, producido y diseñado con el corazón.
ResponderEliminarLos sonidos (relámpagos, voces, gruñidos y gritos) nos adentran en el verdadero cuento. Los colores de acuarela y pastelados nos transmiten la sencsación de fantasís de algo bello, que armonizan con las intrépidas actitudes del niño. Además la narración es propia de apropiarse de los sentimientos de los personajes...En fin posee todo lo que se necesita para leer con el "corazón".
Publicado por Carlos Saavedra.