martes, 19 de marzo de 2013

Leer y escribir como experiencias corporales
 
Dentro de los cuestionamientos que plantea la profesora Clara Cuervo esta la relación cuerpo – escritura donde se da prioridad a la parte de motricidad fina y a la lateralidad estableciendo que estas áreas son las de mayor desarrollo dejando de lado el proceso lingüístico y cognitivo de los niños. Otras situaciones cuestionables son creer que los libros se pueden leer en el sentido estricto de la palabra sin visualizar que además se involucra en el momento de hacerlo emociones, sentimientos, gustos, disgustos, sabores, olores y una serie de sensaciones que estimulan este ejercicio; igualmente el imponer lecturas  que cohíben la imaginación de los niños los minimizan y los bloquean alejándolos de lo que debe ser el acto de leer una actividad placentera y libre.
 
Ante estas dificultades la autora propone actividades que reconozcan la importancia de ligar el cuerpo, con la lectura y el compromiso que debemos asumir como docentes: “el amor a leer y escribir requiere practicas en la que la aceptación de lo otro y de los otros sea posible. Es decir, la formación en lectura y escritura debe procurar el encuentro de los niños y niñas con el otro y sobre todo consigo mismos. Dicha formación requiere de maestros que amen la lectura, es decir, que sus emociones frente a ella, sean de aceptación, alegría, sorpresa,    empatía, orgullo”.(Cuervo, 2008)
 
Otra situación cuestionable es la obligatoriedad que se impone en cuanto a la lectura en voz alta, pues no se convierte en una actividad lúdica, pedagógica, sino en una tortura que trae consecuencias lamentables para el niño. No se vale que el niño deba pasar una situación incómoda cuando no está preparado para hacerla, el docente debe incluir esta actividad de una manera moderada y creando las condiciones necesarios para que ningún niño sea avergonzado o burlado por sus compañeritos. Esta debe ser una experiencia agradable que desee repetir nuevamente y no aquella que lo aleje del gusto por descubrir cosas  nuevas a través de la lectura.

 
Teniendo en cuenta que la lectura y la escritura son procesos de aprendizaje no se debe olvidar que van ligados al cuerpo, mediante estas herramientas se expresan sensaciones, sentimientos, capacidad de interpretación, imaginación, recreación, huellas tan propias e individuales que marcan el entorno educativo de los niños. Huellas positivas o negativas dejan estos procesos lectores en nuestro cuerpo, el objetivo común de los docentes es que luchemos por transmitir conocimientos y contenidos que realmente preparen al niño para asumir una vida llena de retos, y que el día de mañana cuando nos recuerden sea por haber contribuido a su seguridad personal, familiar y afectiva y no seamos el referente de una experiencia educativa negativa.
 
Por: Nubia Johana Cifuentes.

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